Hoy, 19 de octubre, en el Día Internacional del Cáncer de Mama, queremos decir:

Un cáncer de mama, que en sus estadios iniciales (I, II y III) muchas de nosotras hemos vivido en primera persona, antes de llegar al estadio IV, la metástasis.

El cáncer de mama para las pacientes no es de color rosa. El rosa lo añaden en muchas ocasiones las marcas y sus campañas publicitarias, que a veces, utilizan la enfermedad como pretexto para hacer negocio (Pinkwasing). El cáncer de mama no es una lucha, ni una batalla. En la enfermedad no hay ni vencedoras ni vencidas.

Cada año se detectan aproximadamente 33.000 nuevos casos de cáncer de mama en España (un 2% de ellos en hombres) de los cuales entre un 5 y un 6% presentan metástasis en el momento del diagnóstico. Además, alrededor del 30% de las mujeres diagnósticadas en un estadio temprano experimentarán una recurrencia del tumor con metástasis incluso años después de haber finalizado su primer tratamiento.

La tasa de supervivencia relativa a cinco años es del 90% en los estadios iniciales del cáncer de mama, en su variante metastásica la supervivencia es del 28%. El cáncer de mama metastásico, que a día de hoy es una enfermedad incurable, es la principal causa de muerte de mujeres de 35-50 años en nuestro país.

El cáncer de mama, y el cáncer de mama metastásico, implican dolor, afectan a la faceta profesional, familiar, afectiva, económica y sexual de las pacientes. Y no sólo a ellas, sino también a todo su entorno más cercano.

Lo único que puede curar el cáncer de mama a día de hoy, más allá de lazos rosas, es la investigación. Por eso, no nos cansaremos nunca de pedir MÁS INVESTIGACIÓN PARA MÁS VIDA.