Tras la aprobación por parte de la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos (CIPM) de la financiación en el Sistema Nacional de Salud (SNS) de Enhertu (trastuzumabderuxtecan) y Trodelvy (sacituzumabgovitecán) para tratar dos tipos de cáncer de mama metastásico (CMm), desde la Asociación Española Cáncer de Mama Metastásico (AECMM) se recuerda que quedan aún otros fármacos ya aprobados por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) pero no financiados o pendientes de financiación para algunas indicaciones. “Es el caso de Lynparza (olaparib, financiado para el tumor mamario temprano pero no metastásico) y Tecentriq (atezolizumab, financiado para CMm triple negativo (CMTN) cuyos tumores tengan una expresión de PD-L1 mayor o igual al 1%, pero con restricciones sobre indicación autorizada por la EMA)”, detalla Silvia Vega, vocal de la Junta Directiva de AECMM.
“También hay varios fármacos recientemente aprobados por la EMA y para los que está previsto que próximamente comiencen las negociaciones en España, como son Orserdu (elacestrant, indicado para CMm HR positivo con mutación ESR1), Talzenna (talazoparib, indicado para CMm HER2 negativo con mutaciones BRCA ½ germinales), y Truqap (capivasertib, indicado para CMm HR positivo HER2 negativo que presente alteraciones genéticas específicas en PIK3CA/AKT1/PTEN)”, agrega.
“Desde la AECMM reclamamos a todos los agentes involucrados en el proceso de aprobación de la financiación de medicamentos (ministerios, autoridades autonómicas e industria farmacéutica) un acceso más rápido y equitativo a todos los nuevos fármacos aprobados por la Unión Europea (y para las mismas indicaciones y restricciones de uso). Exigimos que los plazos de aprobación se ajusten a los 180 días como máximo que marca la normativa europea y reclamamos que, una vez aprobados, estas nuevas terapias estén disponibles para todas las pacientes en todos los hospitales de todas las Comunidades Autónomas”
A pesar de los vistos buenos concedidos para los usos de Trodelvy y Enhertu, Silvia Vega recuerda que, a día de hoy, “el CMm es una afección incurable; no existe aún ningún tratamiento que permita cronificar ni curar la enfermedad. De modo que el efecto beneficioso de los nuevos tratamientos innovadores es el que permite a las pacientes alargar su tiempo de vida con una mejor calidad, ya que tienen unos efectos secundarios más llevaderos que los tratamientos convencionales como la quimioterapia”.