Nuestra querida Nata, eras el techo de nuestro grupo, no porque dieras más luz que las demás, si no por tu portentosa altura de 1,82.
Deportista, buena amiga y compañera.
Con esta enfermedad descubriste lo que era el miedo y la incertidumbre, pero aquel 13 de octubre de 2021, conociste a tus «Vikingas», y ya no nos separamos..
Estarás siempre en nuestra memoria y nuestros pensamientos. Nuestro corazón llora por tu pérdida.
Tenemos paz y consuelo que ya no sufres. No podremos olvidarte, nos dejaste muy buenos momentos.
Un beso de tus vikingas