Marisol Soengas, oncóloga experta en melanoma, y recién nombrada presidenta de la Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer ASEICA, es optimista sobre el futuro de los tratamientos oncológicos, pero reclama más financiación.

La Dra. Soengas cree que la mayoría de la gente no conoce bien lo que se está haciendo en la investigación del cáncer. “Si lo supiesen, reclamarían mucho más para que, desde la política, hubiese un apoyo mayor”. Por ello desde ASEICA quieren mejorar el conocimiento sobre el trabajo que hacen investigadores y clínicos para erradicar una de las enfermedades más mortales; promover el conocimiento fiable sobre el cáncer y presionar a gobiernos y grandes empresas farmacéuticas para mejorar la inversión en investigación y hacer que los tratamientos más avanzados lleguen a todos los pacientes.

¿Cómo ve el futuro del tratamiento del cáncer? ¿Qué enfoques le parecen los más interesantes?

El que más me interesa tiene que ver con las distintas estrategias para activar y reactivar el sistema inmunitario; eso va a ser el futuro y ya es parte del presente. Y los ensayos clínicos que en este momento están suscitando más atención son los que buscan tratar cuanto antes al paciente. Se trata de diagnosticar antes los tumores y hacer un diagnóstico personalizado, para aplicar los tratamientos antes de que las células tumorales tengan capacidad de diseminarse por el organismo o lo hayan hecho ya. Esto tiene problemas éticos, porque estás tratando a pacientes en riesgo, pero que no sabes con seguridad que vayan a desarrollar esos tumores, y estos tratamientos tienen efectos secundarios. Habrá que valorar el riesgo y los beneficios y serán tratamientos a muy largo plazo, pero creo que ahí está el futuro.

Y luego lo que me parece fascinante es, desde el punto de vista del diagnóstico, la inteligencia artificial, que nos va a permitir distinguir mejor lesiones benignas de malignas e identificar patrones dentro de estas lesiones para ver cuál hay que tratar y cómo. Y también estamos viendo que cada paciente tiene múltiples mutaciones. Las células tumorales son todas muy distintas y estamos viendo también la importancia del microambiente tumoral, es decir, que la malignidad no está solo en la célula.

El futuro va a utilizar mejor la tecnología para definir mejor las alteraciones genéticas y todos los factores de riesgo de los que no somos conscientes y que se podrían detectar antes como anuncio del riesgo de desorden tumoral. Y, después, en el campo del cáncer de piel, donde trabajo yo, me parece muy interesante que puedas tener colgantes, pulseras, detectores en la propia ropa que te avisen de que te estás exponiendo demasiado al sol y te deberías proteger. O la biopsia líquida, el diagnóstico a través de las muestras de sangre y de orina, que nos den la alerta temprana.

Entrevista completa (El País)