«Nuestra enfermedad es incurable y solo podemos aspirar a tratamientos que prolonguen nuestra vida». Así de tajante se pronuncia Marta García, enferma de cáncer de mama metastásico desde abril de 2019 y socia de nuestra Asociación Española Cáncer de Mama Metastásico. Pretendemos visibilizar nuestra patología, que está un poco eclipsada por otras, y promover la investigación de fármacos innovadores. «¿Supervivencia? Desgraciadamente, no tiene cura y la esperanza de vida se encuentra entre los tres y los cinco años una vez es diagnosticada», lamenta.

La gran esperanza es un nuevo tratamiento que ha frenado el avance de la enfermedad en el 75% de las pacientes que lo han probado. Pero en España solo es accesible para ensayos clínicos. «Es muy frustrante saber que hay nuevos medicamentos y que no nos llegan», añade nuestra compañera Marta. «Esa diferencia para nosotras, puede marcar la diferencia entre vivir y morir».

Noticia completa (El Comercio. Diario de Asturias)