Las instituciones de la Unión Europea han sacado adelante el primer Plan Europeo Contra el Cáncer, que supone un compromiso político para invertir la tendencia en la lucha contra el cáncer y es un paso más hacia una Unión Europea de la Salud fuerte.

En 2020, más de 2,7 millones de personas en la UE fueron diagnosticadas con cáncer, y 1,3 millones de personas perdieron la vida a causa de esta enfermedad (más de 2.000 de ellas eran jóvenes); y las previsiones indican que los casos de cáncer aumentarán un 24 % de aquí a 2035, convirtiendo esta enfermedad en la principal causa de muerte en la UE. Es evidente que en la situación global crítica ante esta enfermedad no es suficiente con hacer investigaciones por separado y es necesario conseguir muchos más recursos económicos. Por ello, el Plan Europeo de Lucha Contra el Cáncer contará con una financiación de 4.000 millones de euros.

El Plan Europeo Contra el Cáncer | puedes consultar el documento en castellano aquí: https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/?uri=COM%3A2021%3A44%3AFIN

Las nuevas tecnologías, la investigación e innovación al servicio de la prevención y la atención del cáncer, son las bases del documento, cuyo gran protagonista es sin duda el paciente. Los principales puntos del Plan son la detección del cáncer (hacer más y mejores cribados); la mejora en la calidad de vida de los pacientes, los supervivientes y los cuidadores; la prevención sostenible del cáncer mediante la alfabetización sanitaria en relación con los riesgos y factores determinantes del cáncer (lograr una Europa sin tabaco, reducir el consumo nocivo de alcohol, mejorar la promoción de la salud…).

Pero nada de esto puede funcionar si los Estados miembro continúan sin estar activamente involucrados con el Plan Europeo. Actualmente son muy pocos los que han aprobado sus propios planes nacionales siguiendo estándares europeos y los han dotado de los fondos adecuados. Por mucho que la UE haga una gran inversión, son los Estados miembro los que deben asegurar que sí lo llevarán a cabo. Por ejemplo, en España aún no tenemos un Plan Nacional Contra el Cáncer que cuente con presupuesto para cada actuación. Ahora los pacientes sabemos que tenemos una referencia en Europa, pero para que se empiecen a notar los beneficios al menos hay que cambiar algunas leyes nacionales.

La Eurocámara ha decidido, por ejemplo, dar valor a la evaluación de los fármacos que hace la Agencia Europea del Medicamento (EMA), lo que debería armonizar las evaluaciones que después realizan las agencias nacionales. Se debería actuar en el tema del cáncer como ya se actuó con las vacunas contra la covid, que fueron compradas para toda Europa, lo que podría reducir el coste de los medicamentos más del 50%. La Comisión ya tiene prevista una revisión de la legislación farmacéutica pero lamentablemente se está posponiendo.

Una de las principales quejas de los pacientes son las grandes desigualdades que existen en la atención a los pacientes en función de donde vivan. Por este motivo, el Plan Europeo también tiene como objetivo reducir las desigualdades en materia de cáncer en toda la Unión. Hay desigualdades en el acceso a los fármacos y a tratamientos como la cirugía y a la radioterapia, en los cribados, en los programas de prevención del cáncer… Por ejemplo, si todos los cribados se hicieran correctamente, podríamos evitar el 40% de los tumores.

A estas desigualdades entre países, se suma la falta de equidad también dentro de los propios Estados. En el caso de España se puede acceder o no a diferentes tratamientos y pruebas diagnósticas según la comunidad autónoma o incluso el hospital donde se trate el paciente. El Plan Europeo busca solucionar esas inequidades, pero esto lamentablemente va a llevar bastante tiempo.

Ahora que está próxima la presidencia española del Consejo de la UE, se esperan avances en este tema, teniendo en cuenta la gran reputación a nivel mundial que tienen la oncología y la investigación españolas.

Desde la Asociación Española Cáncer de Mama Metastásico apoyamos todas estas iniciativas para optimizar los recursos económicos dedicados a prevención, diagnóstico, tratamientos y a mejorar la equidad, pero pedimos que se agilicen aún más todos los trámites necesarios. Necesitamos que los Estados de la UE aúnen esfuerzos e intereses de forma urgente, porque las vidas de millones de pacientes de cáncer dependen de ello.