Querida Débora, no hay consuelo en estos momentos, es todo tan injusto…
Sólo quiero quedarme con la gratitud al destino por haber querido que, a pesar del duro camino que nos ha puesto por delante, hayamos podido andar un trozo juntas, aliviando así el peso de cada paso.
Pepe y familia, os mandamos un abrazo infinito que no podrá mermar la pérdida que supone este golpe pero que espero os sirva para saber que no estáis solos en vuestro dolor.
Las heavys echaremos mucho en falta la amabilidad, sabiduría y humor de Débora. Amiga, descansa. 💔💫