Cada cierto tiempo aparecen titulares que anuncian grandes avances en los tratamientos para el cáncer, como terapias que “eliminan el cáncer en laboratorio”. Estas noticias despiertan ilusión y esperanza, pero también pueden generar falsas expectativas si no se explican con contexto.

En la AECMM creemos que la información debe transmitirse con claridad: el camino entre un hallazgo en laboratorio y la llegada de una nueva terapia a los pacientes es largo, complejo y lleno de pasos necesarios.

1. Investigación preclínica: el primer paso

Todo comienza en el laboratorio. Las nuevas terapias se prueban primero en células (in vitro) o en modelos animales (in vivo). En esta fase se estudia:

  • cómo actúa la terapia
  • si es segura
  • si muestra eficacia inicial

Esta fase se conoce como preclínica y puede durar entre 3 y 6 años. Solo si los resultados son prometedores se puede solicitar iniciar pruebas en personas.

2. Ensayos clínicos en humanos

Tras la investigación preclínica, comienza el proceso más conocido: los ensayos clínicos, que se desarrollan en varias fases:

  • Fase I: seguridad en un pequeño grupo de pacientes.
  • Fase II: eficacia y ajuste de dosis.
  • Fase III: comparación con los tratamientos estándar en un grupo amplio.
  • Fase IV: seguimiento tras la aprobación y uso en la práctica real.

Estas fases pueden prolongarse entre 6 y 8 años. Cada una aporta evidencia para garantizar que el tratamiento es seguro y eficaz.

Puedes leer más sobre ensayos clínicos en este enlace: https://www.cancermamametastasico.es/ensayos-clinicos/

También en el Módulo 3 de educandoCMM: https://educa.cancermamametastasico.es

3. Aprobaciones y financiación

Una vez superadas las fases clínicas, el tratamiento debe ser evaluado por los organismos reguladores: la Agencia Europea del Medicamento (EMA) primero y la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) después.

Posteriormente, se negocia su precio y la financiación pública, un paso imprescindible para que llegue a los hospitales y esté disponible para todas las pacientes. Este proceso puede tardar 1 a 2 años adicionales.

¿Por qué tanto tiempo?

En total, el desarrollo de una nueva terapia puede durar entre 10 y 15 años. Y es importante recordar que no todas las investigaciones que funcionan en laboratorio acaban convirtiéndose en tratamientos útiles para personas. Aunque el proceso pueda parecer lento, cada etapa cumple un objetivo crucial: transformar una idea en un tratamiento seguro, eficaz y accesible.

El cáncer de mama: muchos en uno

También es fundamental tener en cuenta que no existe un solo cáncer de mama. Existen múltiples subtipos, con mutaciones y características distintas, lo que hace que no haya una “cura única”, sino que los avances se orienten a cada tipo concreto.

Más inversión, más transparencia, más acceso.

La ciencia avanza. Cada día se descubren nuevas dianas terapéuticas y estrategias innovadoras. Pero desde la AECMM recordamos que los tiempos podrían acortarse si hubiera mayor inversión en investigación pública, procesos regulatorios más ágiles y transparentes y políticas sanitarias que prioricen la innovación.

De esta forma, los avances no se quedarían en titulares, sino que llegarían antes y de manera equitativa a las personas que los necesitan.

Fuentes consultadas:
  • Instituto Nacional del Cáncer (NCI, EE.UU.) – Clinical Trial Phases
  • Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) – Investigación clínica
  • European Medicines Agency (EMA) – Clinical Trials
  • EUPATI – European Patients’ Academy on Therapeutic Innovation
  • DiMasi, J. A., Grabowski, H. G., & Hansen, R. W. (2016). Innovation in the pharmaceutical industry: New estimates of R&D costs. Journal of Health Economics, 47, 20–33.