La Sociedad Española de Calidad Asistencial (SECA) presentó ayer los resultados de su proyecto ”No Hacer en Cáncer de Mama Metastásico”, un estudio realizado con el patrocinio de Daiichi Sankyo y Astrazeneca cuyo objetivo de identificar procedimientos de bajo valor o innecesarios en la atención a pacientes con cáncer de mama metastásico.
Los resultados del proyecto se han presentado durante un webinar inaugurado por la presidenta de la Sociedad Española de Calidad Asistencial, Inmaculada Mediavilla, y que ha contado con la moderación de José Joaquín Mira, catedrático de la Universidad Miguel Hernández de Elche, que también ha presentado los principales resultados del estudio.
Vega Iranzo, del Servicio de Oncología médica del Hospital General Universitario de Valencia, ha hablado de las principales características del cáncer de mama metastásico y de su abordaje clínico, además de exponer las principales recomendaciones “No Hacer” desde el punto de vista clínico.
La directora gerente del Hospital Universitario Virgen de las Nieves y presidenta de la Agrupación Andaluza de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA), Mª Ángeles García, ha explicado la metodología y la importancia de estas recomendaciones desde el punto de vista de la gestión.
A través de la revisión de historias clínicas electrónicas llevada a cabo en varios hospitales, el grupo de trabajo coordinado por la SECA y formado por oncólogos, cirujanos, enfermeras y gestores sanitarios, ha podido evaluar el cumplimiento de varias recomendaciones “No Hacer” en la atención al cáncer de mama metastásico (siguiendo la línea de las recomendaciones “Not to do” del Institute for Health and Care Excellence del Reino Unido – NICE), y determinar los procedimientos innecesarios que no suponen una mejora en la calidad de vida de las pacientes y estimar además su impacto en términos de costes tangibles.
Estas son las principales recomendaciones evaluadas:
− No iniciar tratamiento en pacientes con cáncer metastásico sin diagnóstico histopatológico y molecular completo.
− No administrar el tratamiento con quimioterapia a dosis altas ni dosis densas debido a que no se ha observado una mejora en la supervivencia de las pacientes y supone un aumento considerable de la toxicidad.
− No basarse exclusivamente en el valor de los marcadores tumorales para dictar cambios terapéuticos.
− No utilizar quimioterapia citotóxica combinada a menos que la paciente necesite una respuesta rápida para aliviar síntomas relacionados al tumor o prevenir falo orgánico inminente.
− No hacer tratamiento metastásico locoregional del tumor primario en pacientes metastásicos, salvo en aquellas con estabilidad de la enfermedad sistémica que precisen de control local de progresión, y en casos de estabilidad de la enfermedad y características de larga supervivientes (edad joven, tumor hormonosensible y enfermedad ósea limitada).
− No utilizar vías periféricas cuando el paciente es portador de una vía central.
− No mastectomía de forma sistemática, sino adecuar la cirugía a su estadio locoregional optando por cirugía conservadora si es factible.
− No iniciar el tratamiento antirresortivo óseo sin que se confirme la presencia de metástasis óseas.
− No considerar fraccionamientos largos en radioterapia paliativa.
− No hacer de rutina radioterapia holocraneal ante la presencia de metástasis cerebrales.
− No prolongar el esfuerzo terapéutico en pacientes en las que no se observe ni sea predecible obtener un beneficio clínico importante asociado al tratamiento o progresión de la enfermedad previo consenso con el paciente.
− No iniciar tratamiento oncológico en pacientes en estadio IV de novo o oligometastásicos sin pasar por el comité de tumores.