El Instituto de Oncología Vall d’Hebron (VHIO) de Barcelona, a través de la ‘spin-off’ Peptomyc, ha demostrado que la mini-proteína OMO-103 (Omomyc) es segura y desarrolla una prometedora actividad frente a diferentes tumores sólidos.
Parar la multiplicación de las células cancerosas es un objetivo para todos los investigadores en cáncer. Muchos factores son los que provocan el crecimiento descontrolado de las células tumorales y de genes involucrados en el desarrollo de metástasis y recaídas.
El oncogén MYC es uno de ellos. Desde hace tiempo se está trabajando para desarrollar una estrategia contra él, y este trabajo ahora se materializa en forma de terapia: la mini-proteína Omomyc, un inhibidor específico de este oncogen.
Recientemente se han presentado en la revista “Nature Medicine” datos positivos de la primera fase de pruebas en pacientes. Tras los primeros análisis, los datos revelan que es una terapia segura, que presenta una prometedora actividad frente a diferentes tipos de tumores sólidos.
El artículo incluye el estudio molecular profundo del fármaco y también la identificación de dos biomarcadores específicos para él: de farmacodinámica y de predicción.
Para ello, han contado con la participación de 22 voluntarios con diferentes tipos de cáncer metastásico avanzado que, tras haber sido tratados con entre 2 y 12 líneas de tratamiento, no tenían más opciones terapéuticas.
Desde nuestra Asociación Española Cáncer de Mama Metastásico, AECMM, estamos especialmente orgullosas de haber puesto nuestro granito de arena para el desarrollo del Omomyc, a tavés de nuestro Premio M. Chiara Giorgetti a la investigación en CMm, ya que en la edición del 2022 el proyecto de la Dra. Laura Soucek “Combining MYC and PARP inhibitors as a novel therapeutic strategy against triple-negative breast cancer” (La combinación de inhibidores de MYC y PARP como nueva estrategia terapéutica contra el cáncer de mama triple negativo) resultó ganador, y recibió por nuestra parte una dotación económica de 130.00 €.
Deseamos que los ensayos continúen avanzando con éxito, y que el tratamiento Omomyc pronto sea una realidad en nuestros hospitales, y se puedan beneficiar de el las (y los) pacientes de cáncer de mama metastásico.