Recaída, metástasis y cáncer de mama son palabras asociadas entre sí que a menudo crean confusión entre las pacientes y también entre la sociedad. Muy pocas personas conocen lo que es un cáncer de mama metastásico (CMm). Surgen entonces muchas preguntas. ¿Son lo mismo recaídas y metástasis? ¿Qué las diferencia? ¿Todas las recaídas son metástasis? ¿todas las metástasis son recaídas?

Para arrojar luz en este tema nace la campaña “EntreEllas: Dos realidades del cáncer de mama, un mismo cuidado”, creada por la Federación Española de Cáncer de Mama (FECMA), la Asociación Española Cáncer de Mama Metastásico (AECMM) y la compañía farmacéutica Lilly, con la colaboración de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), la Fundación Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM) y el grupo de investigación SOLTI. Su objetivo es mejorar la calidad de vida de las pacientes que se encuentran entre estas dos realidades

La diferencia entre recaída y metástasis la conoce muy bien Pilar Fernández Pascual, presidenta nuestra Asociación Española Cáncer de Mama Metastásico (AECMM) y paciente oncológica desde hace 31 años, los últimos 7 con CMm: “Ante una recaída, te sometes a unos tratamientos con efectos secundarios muy duros, pero, una vez que has superado el cáncer, te vuelves a incorporar a tu vida social, laboral, se consigue o se intenta normalizar de nuevo la vida familiar… Cuando te diagnostican una metástasis, el cáncer ya no tiene retorno. Aunque con las terapias dirigidas, la oncología de precisión y los nuevos métodos de diagnóstico se han conseguido muchísimos avances que lograr prolongar su supervivencia y mejorar su calidad de vida, la metástasis a día de hoy sigue siendo una enfermedad incurable, aunque esperamos que próximamente llegue a ser una enfermedad crónica”

Aunque todas las metástasis en cáncer de mama son recaídas (menos cuando aparecen en el diagnóstico), no todas las recaídas son metástasis. Existen diferentes tipos de recaída: recaída local del tumor, recaída regional; y nuevos tumores, como el segundo cáncer de mama contralateral, o el segundo cáncer primario. En todo este tipo de tumores, la estrategia es aplicar tratamientos como si fuera un nuevo tumor para intentar curar el cáncer y eliminarlo para siempre

Una realidad diferente es la recaída a distancia o metástasis, que se produce cuando el cáncer de mama regresa durante o tras el tratamiento y se disemina a órganos o tejidos distantes del lugar original, porque las células cancerosas han viajado desde la mama a través del torrente sanguíneo o el sistema linfático y han formado nuevos tumores en otras partes del cuerpo. En esta situación, el enfoque principal del tratamiento es controlar los síntomas y prolongar la vida, evitando la progresión y que el tumor crezca.

A la hora de afrontar tanto una recaída como una metástasis, es importante seguir los pasos que recomienda el oncólogo para que la terapia sea efectiva en todo el proceso, pero también es fundamental el apoyo emocional y psicológico. Está demostrado que un buen acompañamiento facilita una mejor adherencia al tratamiento. Aquí no está solamente el médico, sino que hay otros profesionales que participan en este entorno, como los profesionales de enfermería que ayudan a entender a todas las mujeres los objetivos de un tratamiento y sus posibles efectos secundarios, así como la forma de controlarlos.

Noticia completa