Cuidar no siempre es fácil. A veces significa estar en silencio, otras contener las lágrimas, otras simplemente ofrecer una mano cuando no hay nada más que decir.

La vida con cáncer de mama metastásico es muy dura para quien la vive… pero también para quien acompaña cada día.

Porque detrás de cada persona con la enfermedad hay alguien que también atraviesa el cansancio, la incertidumbre y el miedo.

Alguien que da sin medida, que acompaña sin pedir, que merece también ser cuidado.

Hoy queremos mirarles a ellos y ellas.
Porque cuidar también necesita cuidado.