Estos últimos días hemos visto como todo tipo de medios de comunicación se hacían eco de un nuevo método diagnóstico basado en la detección en saliva de un biomarcador para el cáncer de mama. La noticia, avalada por la publicación en prestigiosas revistas científicas y replicada en medios de todo el mundo, planteaba incluso el test como una alternativa a las mamografías o resonancias convencionales.

Tanto la Sociedad Española de Radiología Médica – SERAM como la Sociedad Española de Oncología Médica #SEOM, han emitido comunicado aclarando las limitaciones actuales de este tipo de técnicas y el estado actual de su evaluación (pruebas preliminares realizadas en sólo 17 pacientes) y recordando que los ensayos clínicos son procesos más largos y rigurosos para garantizar sobre todo la seguridad de los pacientes.

Como pacientes valoramos enormemente todo avance en la investigación, si además como en este caso puede suponer nuevos métodos diagnósticos más precisos, rápidos y menos invasivos. Pero por encima de todo, valoramos que la información que recibamos sea veraz, contrastada y que evite titulares sensacionalistas que no solo confunden las expectativas de los pacientes sino que pueden suponer un riesgo, poniendo en duda los métodos de diagnóstico actuales, los que existen por ahora con evidencia sólida científica para la prevención y el cribado de la mayoría de los cánceres de mama.

Desde nuestra Asociación Española Cáncer de Mama Metastásico, AECMM intentamos informar así sobre los avances en investigación e innovación oncológica. Incluso hay noticias que no publicamos porque se trata de estudios en fase muy tempranas, con un número de pacientes muy reducido o aún en fase de pruebas en animales, para no generar falsas expectativas entre nuestro colectivo de pacientes., especialmente sensible y vulnerable a este tipo de información.

Pedimos por tanto responsabilidad a los medios de comunicación, porque de lo que se trata aquí es de la vida de muchos pacientes que a diario están pendientes de cada pequeño avance y cada gran esperanza.

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