En el marco de la celebración del Congreso SEOM23, organizado por la Sociedad Española de Oncología Médica en Barcelona, la compañá biotecnológica Seagen reunió a expertos oncólogos para debatir y compartir experiencias en torno al cáncer de mama metastásico (CMm) HER2+. Se habló del impacto de la llegada de nuevas terapias en esta patología; el valor de la investigación en CMm HER2+; el impacto de las últimas novedades en pacientes de peor pronóstico, y la importancia de contar con el apoyo de sociedades médicas y científicas. No hay que olvidar que el cáncer de mama metastásico es una enfermedad incurable, por lo que la investigación es vital para mejorar el conocimiento de la enfermedad, desarrollar nuevas terapias y mejorar el tratamiento, la calidad de vida y la supervivencia de las pacientes.
En la ponencia participaron varios oncólogos médicos, como el Dr. Rafael López (jefe de Servicio de Oncología médica del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela) y la Dra. Elena Galve (oncóloga médica del Hospital Universitario Basurto de Bilbao), quienes hablaron sobre las necesidades más acuciantes en CMm HER2+.
El CMm HER2+ es un subtipo de tumor de los más agresivos en cáncer de mama, suele debutar con frecuencia en forma de metástasis, y además presenta una mayor tendencia a generar metástasis en el cerebro. Es necesario mejorar el acceso a la innovación de las pacientes y garantizar la investigación para satisfacer necesidades que actualmente no están cubiertas.
La llegada de Tucatinib ha supuesto una novedad importante en el esquema terapéutico del CMm HER2+. A pesar de ser un subtipo que históricamente era de los de peor pronóstico, recientemente gracias a los nuevos fármacos, se están consiguiendo grandes beneficios para las pacientes. Esto supone un cambio en la práctica clínica y un nuevo paradigma para las pacientes HER2+. Tucatinib en combinación con Trastuzumab y Capecitabina es una novedad importante.
Tucatinib es un inhibidor de la tirosina quinasa, que como tratamiento combinado aumenta la eficacia y disminuye la toxicidad frente a otros tratamientos. Esto supone una disrupción terapéutica debido a sus datos de seguridad y eficacia.
Disponer de novedades terapéuticas aumenta el abanico de opciones para las pacientes, sobre todo en casos en los que ya se han agotado líneas previas. Un mayor arsenal terapéutico permite secuenciar las nuevas terapias en función de cada caso individual, lo implica una mejora de la práctica clínica, control de la enfermedad y mayor supervivencia de las pacientes.
Pero aún queda mucho por investigar sobre la mejor secuenciación de los tratamientos en todo el proceso del CMm HER2+. Lo que está demostrado es que en segunda línea y sucesivas, los nuevos anticuerpos conjugados con quimioterapia son más eficaces que los tratamientos que tradicionales. Tras estos tratamientos, los nuevos inhibidores de la tirosina quinasa en combinación con quimioterapia y con anticuerpos monoclonales clásicos pueden mejorar la supervivencia.


